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Para padres: el cuidado de la diabetes (de 3 a 5 años)

El cuidado de la diabetes en niños pequeños no siempre es una tarea fácil. Quizás le parezca que hay tantas cosas que recordar. Pero recuerde que no tiene por qué hacerlo todo usted solo. Colaborará con el proveedor de atención médica de su hijo, un enfermero, un educador en cuestiones de diabetes y un nutricionista, entre otros, para elaborar un plan de control de la diabetes.  

Primer plano de las manos de una persona adulta que sostiene un glucómetro al lado del dedo de un niño.
Los niños pequeños pueden usar una jeringa sin aguja para practicar darles inyecciones de insulina a animales de juguete.

Debe tener un plan para el control de la diabetes que le indique el plan de tratamiento general para la diabetes de su hijo. El plan debe incluir lo siguiente: 

  • Qué medicamentos toma su hijo, cómo tomarlos y cuándo usar cada uno

  • Cómo medir el nivel de azúcar en la sangre

  • Cuáles son los síntomas de los niveles bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia) y cómo tratarlos

  • Cuáles son los síntomas de los niveles altos de azúcar en la sangre (hiperglucemia) y cómo tratarlos

  • Cómo contar los carbohidratos en las comidas y los refrigerios

  • Qué hacer con la actividad física y el deporte

  • Qué hacer si su hijo está enfermo con un resfriado o gripe

  • Qué hacer en caso de emergencia

Asegúre de hablar con el proveedor de atención médica de su hijo sobre la escuela y la guardería. Eduque a otros cuidadores, incluidos los de la guardería o la escuela, para que conozcan el estado de salud de su hijo.

Cómo medir el nivel de azúcar en la sangre de su hijo

Para medir el nivel de azúcar en la sangre de su hijo, utilizará un dispositivo de punción en los laterales de las yemas de los dedos. Al principio, los niños pequeños pueden temer a los pinchazos en los dedos para medir el nivel de azúcar en la sangre. Puede ayudar a su hijo a sentirse más en control. Permítale elegir el dedo o el lugar que se usará para la medición. Si es necesario, ofrezca recompensas que no sean comida, como calcomanías o tiempo para jugar sus juegos favoritos. Esto puede ayudar a su hijo a sentirse mejor a la hora de medir el nivel de azúcar en la sangre. Un dispositivo de punción regulado al mínimo puede reducir el dolor y el miedo relacionados con la medición del azúcar en la sangre. A esta edad, suele ser necesario hacer mediciones por la noche. Puede medir el nivel de azúcar en la sangre mientras su hijo duerme. Controle los niveles de azúcar en la sangre de su hijo tantas veces como lo indique el proveedor. También debe hacerlo cuando sospeche de una hiperglucemia o una hipoglucemia.

El análisis de cetonas

A veces, deberá revisar si hay cetonas en la orina. Las cetonas son unas sustancias químicas que se producen cuando, en vez de glucosa, el cuerpo quema grasas para obtener energía (esto se llama cetosis). Si su hijo es muy pequeño y tiene que hacerle un análisis de cetonas, póngale un algodón dentro del pañal para absorber orina. Luego, presione el algodón humedecido contra la tira reactiva para cetonas. Si su hijo ya no usa pañales, siga las instrucciones que vienen con las tiras y las que le dé el proveedor de atención médica, enfermero o educador en cuestiones de diabetes. Si hay cetonas, siempre llame de inmediato al proveedor de atención médica de su hijo. Algunas personas también usan medidores de glucosa y cetonas para revisar si hay cetosis en la sangre. Pida más información al proveedor de atención médica de su hijo, enfermero o educador en cuestiones de diabetes.

Cómo manejar un nivel bajo de azúcar en la sangre

Es muy importante impedir que el nivel de azúcar en la sangre baje demasiado en los niños pequeños. Los niveles muy bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia) pueden afectar el desarrollo del cerebro de un niño. Por esto, trate de controlar el nivel de azúcar en la sangre de su hijo hasta donde le sea posible, sin dejar que baje demasiado. Los niños muy pequeños no le pueden avisar que tienen un bajo nivel de azúcar en la sangre. Con el tiempo, aprenderá lo que es normal para su hijo. Esto lo ayudará a reconocer los síntomas de un nivel bajo de azúcar en la sangre. Preste mucha atención al comportamiento de su hijo. Puede sospechar que el niño tiene un nivel bajo de azúcar en la sangre si nota a su hijo de las siguientes maneras:

  • Quisquilloso o irritable

  • Sudoroso

  • Letárgico (somnoliento o amodorrado) o pálido

  • Mirando al vacío o tiene los ojos vidriosos

  • Temblores

  • Confusión o problemas para concentrarse

  • Quejas por problemas de la vista, dolores de cabeza o pesadillas

  • Descoordinación

  • Mareos

Si cree que su hijo tiene un nivel bajo de azúcar en la sangre, verifíquelo de inmediato. Si obtiene un resultado menor de 70 mg/dL, u otro número que le haya indicado su proveedor de atención médica, actúe sin demora. Dele a su hijo inmediatamente un azúcar de acción rápida tal como se lo indicó el proveedor de atención médica. Vuelva a controlar el nivel de azúcar en la sangre de su hijo en 15 minutos para asegurarse de que ya no esté bajo. Si todavía está bajo, dele a su hijo más azúcar de acción rápida. Si su hijo está confundido, no responde, pierde el conocimiento o tiene convulsiones (ataques), puede tener un nivel de azúcar en la sangre demasiado bajo. Dele a su hijo glucagón inyectable de inmediato. Es una sustancia que sirve para elevar el nivel de azúcar en la sangre con mucha rapidez. Lleve siempre consigo un kit de emergencia que contenga una inyección de glucagón. El equipo de atención médica de su hijo le enseñará cómo aplicar inyecciones de glucagón. Consulte con el médico del niño sobre el glucagón nasal. Está aprobado para niños mayores de 4 años.

Nivel bajo de azúcar en la sangre: cuándo llamar al proveedor de atención médica

Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato, llame al 911o vaya al departamento de emergencias del hospital si su hijo tiene alguno de los siguientes síntomas. Su hijo:

  • Es difícil despertarlo o no responde

  • Se desmaya

  • Su nivel de azúcar en la sangre se encuentra por debajo del "valor peligroso" que le haya dado el proveedor de atención médica

  • Necesita glucagón

  • Tiene convulsiones

El manejo de las inyecciones

La cantidad de insulina que su hijo requiere y la frecuencia con que debe recibirla pueden variar. Esto incluye tanto la insulina de acción lenta como la de acción rápida. La insulina basal o de base se necesita siempre, independientemente de que su hijo coma o no. La insulina que depende de la comida deberá usarse según la cantidad que su hijo coma. El proveedor de atención médica de su hijo, un enfermero o un educador en cuestiones de diabetes le enseñarán cuándo y cómo darle inyecciones al niño. En los niños pequeños, los mejores lugares para las inyecciones son las zonas grasas de las siguientes partes del cuerpo:

  • Los glúteos

  • El abdomen (manténgase a 5 cm [2 pulgadas] del ombligo)  

  • Los costados de los muslos

  • La parte trasera y superior de los brazos

Pídale al proveedor de atención médica de su hijo que le enseñe cómo rotar correctamente el lugar de la inyección y cómo mantenerse alejado de las áreas de lipohipertrofia. Esto es un bulto debajo de la piel causado por la inyección de insulina en el mismo lugar varias veces. También pregunte sobre la técnica correcta de inyección de insulina y cómo prevenir la inyección de insulina en el músculo. La inyección accidental en el músculo o en una zona de lipohipertrofia puede afectar cómo se absorbe la insulina.

A medida que su hijo crezca, tendrá más opciones disponibles para controlar el nivel de azúcar en la sangre. Por ejemplo, las bombas de insulina ahora están aprobadas para el uso en niños mayores de 2 años.

Para afrontar las inyecciones

Al principio, es posible que usted sienta algunas inquietudes con la idea de tener que poner inyecciones. Si está nervioso, quizás le convenga practicar primero en usted mismo. Consulte con el proveedor de atención médica de su hijo sobre la posibilidad de aplicarse una inyección de solución salina estéril a sí mismo, para saber lo que se siente. Si le tiene miedo a las agujas, quizás pueda calmar sus temores con un aparato de inyección. La rapidez con que su hijo se ajuste podría depender de su propio nivel de comodidad al administrarle las inyecciones. Trate las inyecciones como parte de la rutina normal. Nunca amenace ni asuste a su hijo con que las inyecciones son una forma de castigo. En la actualidad, las plumas de insulina son precisas, fáciles de usar y prácticamente indoloras, incluso para los niños con diabetes.

Cómo ayudar a su hijo a hacer frente a las inyecciones

No es raro que los niños se pongan a llorar y se disgusten cuando reciben inyecciones. Sin embargo, la mayoría de los niños se adaptan muy rápido a los cuidados de la diabetes. Al principio, es posible que las inyecciones y las mediciones del nivel de azúcar en la sangre no le resulten fáciles de aceptar a su hijo. El niño no debe sentir nunca que los controles del nivel de azúcar en la sangre y las inyecciones de insulina son un "castigo". Aquí tiene algunos consejos para que a su hijo le sea más fácil recibir inyecciones:

  • Dele siempre a su hijo cariño y atención antes y después de las inyecciones. Fomente la cooperación con las inyecciones y otros tratamientos.

  • Use juguetes u otros tipos de juegos para que su hijo se concentre en algo divertido.

  • Haga demostraciones con animales de peluche para ayudar a su hijo a adaptarse. Su hijo incluso puede practicar la aplicación de inyecciones en animales de peluche con una jeringa sin aguja.

  • Hable con el equipo de atención médica de su hijo para que le recomienden otras maneras de ayudar al niño a hacer frente a las inyecciones de insulina.

La alimentación de los niños pequeños

Incluso los niños pequeños pueden comenzar a aprender sobre los alimentos que más afectan el nivel de azúcar en la sangre. Tenga en cuenta lo siguiente:

  • El proveedor de atención médica de su hijo, enfermero o educador en cuestiones de diabetes le enseñarán sobre los carbohidratos. Los carbohidratos son uno de los macronutrientes (los otros son las proteínas y las grasas) de los alimentos que proporcionan a su hijo la energía que necesita para crecer. El problema es que los carbohidratos elevan los niveles de azúcar en la sangre con mayor rapidez y a valores más altos que otros tipos de alimentos. Pero no todos los carbohidratos son iguales. Los carbohidratos complejos, como los de las verduras y los cereales integrales, no elevan tanto el nivel de azúcar en la sangre como los procesados o simples, como los de los dulces, pasteles y jugos. Aprenderá acerca del "conteo de carbohidratos". Esta es una técnica que le ayudará a calcular la cantidad de carbohidratos que el niño come diariamente. El conteo de carbohidratos lo ayuda a decidir cuánta insulina necesita su hijo.

  • El proveedor de atención médica, el enfermero o el educador en cuestiones de diabetes de su hijo también le enseñarán qué son las grasas y las proteínas. Las comidas con más grasas y proteínas pueden hacer que el azúcar en la sangre baje demasiado pronto después de comer o que tarde más de lo habitual en subir. Aprenderá a ajustar la dosis de insulina de su hijo para ayudarlo a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre según el aporte de las comidas.

  • ¡Recuerde que los niños son niños! Aunque a veces sea necesario limitar la ingesta para controlar los niveles de glucosa, ningún alimento debe estar "prohibido". Los niños roban golosinas, en especial, aquellas que les encantan. Y algunos niños son muy quisquillosos con la comida. Así que incluya los alimentos que a su hijo le gusta comer en su plan de comidas. Ajuste las dosis de insulina según sea necesario. Aprenderá a ajustar la insulina de su hijo en función de lo que come. Hable con el nutricionista si tiene problemas para mantener un plan de comidas para su hijo.

    Si descubre que su hijo a veces se niega a comer tanto como había previsto, pregúntele al proveedor de atención médica si su hijo podría usar insulina de acción rápida que se pueda administrar después de una comida en lugar de antes. Esto reducirá el riesgo de tener niveles bajos de azúcar en la sangre.

La actividad física y los niños pequeños

Al igual que los alimentos y la insulina, la actividad física desempeña un papel muy importante en el control del azúcar en la sangre de su hijo. Estar activo ayuda a reducir la cantidad de glucosa presente en la sangre del niño. Sin embargo, el exceso de ejercicio puede bajarle demasiado los niveles de azúcar en la sangre. Por esto, es importante que mida con frecuencia el nivel de azúcar en la sangre de su hijo cuando está activo. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo para aprender a balancear la actividad física que hace, los alimentos que come y la insulina que recibe.

La escuela y los niños pequeños

Si su hijo asiste a preescolar o jardín de infantes, deberá reunirse con los maestros u otro personal. Deberá elaborar un plan de cuidado de la diabetes para su hijo. Esto a veces se llama un "plan 504". Incluso puede ser recomendable que busque un proveedor de preescolar o guardería con experiencia en el cuidado de la diabetes. Tenga en cuenta que la escuela debe poder comunicarse con usted en caso de emergencia.

Haga que su hijo lleve una identificación médica que indique que tiene diabetes y con quién hay que comunicarse en caso de emergencia.

La diabetes afecta a toda la familia

El cuidado de un niño pequeño con diabetes es un trabajo a tiempo completo. En ocasiones podría dejarlo agotado o abrumado. A la larga, estos sentimientos pueden llevar al agotamiento. Sentirse agotado significa que puede tener dificultades para controlar el nivel de azúcar en la sangre de su hijo. Aquí tiene unos consejos útiles:

  • Todos los adultos de la familia deberían estar involucrados en el control de la diabetes. Cualquier otra persona que cuida a su hijo, como por ejemplo una niñera, también debe estar preparada para controlar la diabetes del niño. Una clase sobre diabetes puede ayudar. Puede unirse a un grupo de apoyo para la diabetes, o bien conversar con un trabajador social.

  • Su familia puede tardar en adaptarse al cuidado de la diabetes. Al principio, quizás dé la impresión de que su hijo con diabetes necesita más atención que sus demás hermanos, que no tienen esta enfermedad. Trate de dar el mismo nivel de atención a los hermanos. Sus otros hijos también se beneficiarán de la dieta saludable y las actividades que siga su hijo con diabetes.

Cómo hacer ajustes

A pesar de que usted haga su máximo esfuerzo, a veces los valores de azúcar en la sangre de su hijo subirán o bajarán demasiado. Pero recuerde que los resultados son herramientas que lo ayudan a tomar decisiones sobre el plan de tratamiento de su hijo. A medida que su hijo crece, su cuerpo cambia de forma rápida. Esto significa que tener un control perfecto del nivel de azúcar en la sangre es imposible. Los ajustes al plan de tratamiento de su hijo no son una señal de fracaso. Son una parte normal del cuidado de la diabetes de su hijo en crecimiento. Aun así, dentro de estos límites, la mayoría de las familias logran tener un muy buen control del nivel de azúcar en la sangre. 

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