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Los medicamentos de su hijo: control del dolor

Es probable que a su hijo le administren medicamentos durante la cirugía y después de ella para ayudarlo a controlar el dolor y mantener su comodidad. Después de la cirugía, también hay otros métodos que pueden ponerse en práctica para ayudar a controlar el dolor y las molestias. Estos métodos no reemplazan el uso de calmantes. Sin embargo, pueden ayudar a su hijo a sentirse mejor. Incluso convendría que su hijo las practique antes de la cirugía, de modo que esté listo para usarlas después de ella.

¿Qué técnicas se pueden usar para controlar el dolor de su hijo, además de los calmantes?

Mujer con un niño en el regazo, le está leyendo un cuento.

Pruebe los siguientes métodos con su hijo:

  • La relajación puede aliviar la ansiedad, tranquilizar al cuerpo y disminuir la tensión muscular. Aquí tiene unos ejemplos de técnicas que ayudarán a su hijo a relajarse:

    • Respirar de manera profunda y continua. Pida a su hijo que respire hondo y lentamente durante unos cuantos segundos y que luego expulse el aire durante la misma cantidad de tiempo.

    • Escuchar música. Ponga música tranquila que ayude a calmar a su hijo.

  • La distracción permite que su hijo centre la atención en una actividad placentera. Algunas técnicas que ayudarán a su hijo a distraerse:

    • Hacer burbujas

    • Leer un libro o escuchar a otra persona mientras lee

    • Contar o escuchar un cuento

    • Jugar videojuegos

    • Ver programas de televisión y películas

  • El contacto físico puede calmar o reconfortar a su hijo. Asegúrese de no acercarse a las incisiones o las zonas operadas cuando use este método. Algunos tipos de contacto físico reconfortante:

    • Acariciar el cabello de su hijo

    • Mecer a su hijo hacia delante y hacia atrás, o de lado a lado

    • Frotar suavemente la espalda de su hijo

    • Masajear los músculos que están lejos de las zonas operadas

  • La visualización puede ayudar. Permite que su hijo centre sus pensamientos y sus sentidos en la imagen de un lugar agradable. Esto ayuda a distraerlo del dolor. Basta con que su hijo cierre los ojos e imagine cómo podría sentirse en ese lugar. Pida a su hijo que escoja y describa un lugar favorito. Entonces dígale que le cuente lo que le gusta de ese lugar y lo que sintió estando allí.

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