La electromiografía y el estudio de la conducción nerviosa de su hijo
La electromiografía y el estudio de la conducción nerviosa son exploraciones que permiten evaluar la función de los nervios y músculos periféricos. Por lo general, se hacen las dos exploraciones a la vez, aunque también puede hacerse solo una. Para el estudio de la conducción nerviosa, se adhieren unos electrodos (pequeños discos circulares) a la piel, a lo largo de las vías de ciertos nervios. Los electrodos registran la rapidez con la que los músculos y los nervios responden a un estímulo eléctrico. Para la electromiografía, se colocan unos pequeños electrodos de aguja en diversos músculos de los brazos o de los pies. Se registra la actividad eléctrica de esos músculos mientras su hijo los relaja y los contrae. Las pruebas a menudo llevan unos 60 minutos.
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Durante estas exploraciones, se determina la actividad eléctrica a lo largo de ciertos músculos y nervios. |
Antes de las pruebas
Prepare a su hijo para las exploraciones siguiendo todas las instrucciones del proveedor de atención médica del niño: En el caso de algunos niños, puede que el proveedor les indique un sedante suave antes de la exploración.
Nota
Para proteger la seguridad de su hijo y obtener los mejores resultados, mencione al proveedor de atención médica si el niño:
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Toma algún medicamento, especialmente, aspirina o medicamentos anticoagulantes
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Tiene algún problema de salud, específicamente si su hijo tiene un marcapasos (eso no significa que no puedan hacerle la prueba, pero deberá verlo un cardiólogo antes de hacerla)
Durante las exploraciones
Un técnico o un proveedor de atención médica especialmente capacitados suelen realizar estos estudios. Podrá quedarse acompañando a su hijo en la habitación. Para sentirse más tranquilo, el niño puede traer su juguete preferido, como por ejemplo un animal de peluche.
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Su hijo se pondrá una bata de hospital y se acostará en una cama hospitalaria.
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En la mayoría de los casos, se hace primero la prueba de la conducción nerviosa. Durante esta exploración pasa lo siguiente:
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El técnico limpia la piel de las zonas que se van a examinar.
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A continuación, se colocan los electrodos en la piel. En algunos casos, primero se aplica gel en la piel para mejorar las señales. Puede usarse cinta adhesiva para mantener los electrodos en su sitio.
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El técnico controla un estimulador, el cual envía a determinados electrodos unas corrientes eléctricas leves. Estas corrientes eléctricas no hacen daño. Pero pueden causar alguna molestia. Se utilizan para estimular los nervios situados bajo los electrodos. Quizás causen hormigueo o movimientos involuntarios de los músculos de esas zonas.
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A continuación se registra la actividad eléctrica de los nervios.
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Una vez finalizado el estudio de la conducción nerviosa, comienza la electromiografía. Durante una electromiografía pasa lo siguiente:
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El técnico limpia la piel de las zonas que se van a examinar.
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En los músculos de esas zonas se introducen unos electrodos de aguja. Cuando se colocan, su hijo puede tener una sensación parecida a un pellizco.
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Se le pedirá a su hijo que se relaje. Esto es para que el técnico pueda registrar la actividad eléctrica de los músculos en reposo.
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Luego se le pedirá al niño que contraiga los músculos. Esto se hace para que el técnico registre la actividad eléctrica de los músculos cuando estos se encuentran activos.
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Es posible que le cambien la posición de los electrodos de aguja algunas veces para medir la actividad eléctrica en distintas zonas musculares. Una vez finalizada la electromiografía, se retiran los electrodos.
Después de las pruebas
Esto es lo que puede esperar que suceda:
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Después de las exploraciones, su hijo puede reanudar su rutina cotidiana.
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Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo para hablar sobre los resultados de las exploraciones.
Cómo ayudar a su hijo a prepararse
Muchos hospitales cuentan con personas capacitadas especialmente para ayudar a los niños a hacer frente a sus procedimientos médicos o a su experiencia en el hospital. A menudo, estas personas se denominan especialistas en la vida infantil. Consulte con el proveedor de atención médica de su hijo si hay programas disponibles sobre la vida infantil u otros servicios similares para su hijo. También hay medidas que usted puede tomar para ayudarlo a prepararse para el procedimiento. La mejor manera de hacerlo dependerá de las necesidades de su hijo. Comience poniendo en práctica los siguientes consejos:
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Use palabras breves y sencillas para describirle la exploración a su hijo y explicarle por qué se la van a hacer. Ya que los niños de poca edad tienden a no prestar atención por mucho tiempo, dé su explicación poco antes de la exploración si tiene un hijo pequeño. A los niños mayores puede dárseles más tiempo y más detalles para entender la exploración de antemano.
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Dígale a su hijo lo que puede ocurrir en el hospital durante la exploración. Por ejemplo, puede mencionarle quién le hará la exploración. O describirle cómo se verá la habitación donde le harán el procedimiento.
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Asegúrese de que el niño comprenda las partes del cuerpo que le examinarán en la exploración.
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Describa lo mejor que pueda lo que el niño sentirá durante la exploración. Por ejemplo, dígale que podrían colocarle en la piel un electrodo. El electrodo es un objeto circular y posiblemente pegajoso.
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Deje que su hijo le haga preguntas y respóndale con sinceridad. Es posible que el niño se ponga nervioso o tenga miedo. Quizás incluso llore. Tranquilícelo diciéndole que estará cerca durante la prueba.
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Si es apropiado, recurra a los juegos cuando le hable sobre la exploración a su hijo. Si el niño es pequeño, esto puede incluir el juego de roles con un juguete u objeto favorito del niño. Si su hijo es un poco mayor, quizás le resulte útil leer libros o mostrarle ilustraciones sobre lo que va a suceder durante la exploración.
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